Por Daniel K Zapata
Casi 2500 migrantes mexicanos serán deportados de Estados Unidos como parte de un programa binacional de “repatriación” de indocumentados acordado con el gobierno de México, informó el Instituto mexicano de Migración.
Dicho programa terminara con el proceso de deportación a más tardar el 29 de noviembre de este año. Los indocumentados serán enviados por avión al aeropuerto de la Ciudad de México y de ahí por tierra a sus lugares de residencia permanente.
El gobierno de Felipe Calderón dijo que el regreso de los indocumentados se hace vía aérea para no poner en peligro su vida en la frontera, donde actúan cárteles de la droga del norte de México implicados a menudo en el asesinato de migrantes. Cabe destacar que una vez más, que el gobierno mexicano admite su ineficiencia para disminuir o controlar el nivel de criminalidad que se vive en la zona fronteriza, el cual día a día se extiende por toda la republica mexicana.
Aunque México generalmente es conocido como un país donde mucha gente quiere trabajar en Estados Unidos, en los últimos tiempos el número de ilegales bajo considerablemente en consecuencia a la ola de leyes anti emigrantes implementadas a nivel nacional, así como a la crisis económica que se da en ese país.
Según un estudio realizado por la organización estadounidense Pew Hispanic Center, en 2011, por primera vez en 40 años, la migración neta de la población laboral en Estados Unidos desde México “cayó a cero”, lamentablemente no se pueden confirmar las fuentes en las que se basa el estudio; porque si bien es cierto la migración ilegal a disminuido de manera drástica, es obvio que continua todos los días.
Actualmente se “reconoce” que hay aproximadamente 12 millones de ciudadanos mexicanos viviendo ilegalmente en Estados Unidos, los cuales huyeron de su patria en búsqueda de una mejor calidad de vida desde principios de 1960. Sin embargo, mucho de ellos ahora son residentes legales o ciudadanos americanos, debido a las diferentes amnistías que el gobierno americano ha dado. Cabe mencionar que la última regularización de migrantes fue dada en 1986 y que Estados Unidos le ha dado la espalda al problema de los ilegales ya por casi tres décadas, ignorando completamente la necesidad de un ajuste migratorio, llámese amnistía, regularización de indocumentados o simplemente legalización. Mientras tanto Estados Unidos se ha beneficiado significativamente de la situación, porque aunque frecuentemente se lamenta del “peso económico” que causan los indocumentados, les facilita a las empresas el abuso de los trabajadores indocumentados, ya que dadas las condiciones, las empresas pueden pagar mucho menos de lo que pagarían a un ciudadano americano, negándole beneficios que de otra manera les corresponde, permitiendo así la explotación de la gente ilegal.
Destacando así que aunque Estados Unidos tenga “conflictos” con su vecino del sur, siempre se asegura de que el trato de sus ciudadanos en el extranjero sea el mejor, mientras que ellos no aplican lo mismo para los ciudadanos mexicanos, porque si bien es cierto México tiene muchos problemas de seguridad, para Estados Unidos, México continua siendo el vecino “incomodo”, desatando así una serie de inconformidades sobre las relaciones entre ambos países que se pueden identificar entre otras formas, con simples dichos populares:
Haciendo referencia a la excesiva demanda por droga que hay en Estados Unidos: “México: Nosotros ponemos los muertos, Estados Unidos: Nosotros ponemos la nariz”.