Consumismo: Propuesta para la temporada

Una vez más, el gasto familiar se dispara al llegar la temporada navideña. El capitalismo ha conseguido instaurar en las cabezas de los consumidores un principio: celebrar la navidad requiere ineludiblemente consumir y regalar objetos. Esto, sin lugar a duda se cuestiona cada año y desde un punto de vista neutral, consideramos la importancia de restablecer los principios familiares y sustituir estas prácticas por otras más responsables, no solo con el medio ambiente, sino con la economía y el progreso familiar.

A lo largo del año se dan varias cuestiones por las cuales los consumidores nos quejamos del precio de los productos de necesidad básica: el gasto escolar, el costo de la gasolina, la despensa, entre otros. Sin embargo con la navidad se produce el efecto contrario, mucha gente asume que celebrar la navidad significa consumir, así que se decide salir de compras justo en el momento del año en el que “convenientemente” la mayoría de los productos cuestan más.

Sin lugar a duda, detrás de esta tendencia, hay miles de campañas de publicidad, que aprovechan que en esos momentos en los que afloran nuestros mejores deseos y sentimientos, para conducirnos hacia el consumo, haciendo que la idea de regalar se adoptada cada día más, sin que echemos un vistazo al pasado, para ver que no hace tanto tiempo, éramos felices celebrando la navidad de otro modo, con el regalo de la presencia de nuestros seres queridos. Esta continua saturación publicitaria termina metiendo en las cabecitas de los más pequeños de la casa un exceso de anuncios de juguetes y electrónicos, induciéndolos a consumir.

La mayoría de padres de familia terminan sometidos a la presión de sus hijos, acabando por acceder a comprar productos, convenciéndose de que para demostrar su amor, tienen que comprar más “regalos”, sometiéndose así a la manipulación de la publicidad; olvidándose por completo de las alternativas que promueven la unión familiar y de los detalles con los que podemos demostrar el amor que sentimos por nuestros seres queridos.

Hacemos un llamado para recuperar la creatividad, a celebrar de una manera sana y consciente. Con aquellos que llenan nuestras vidas de alegría y están con nosotros sin pedir nada a cambio, evitando ser víctimas del consumismo y de la manipulación mediática.

A las personas que acostumbran a regalar objetos en esta temporada y que todavía están en la onda del consumismo, les invitamos a reflexionar; si todavía no se pueden resistir, les recomendamos que compren los regalos en negocios pequeños, ubicados en la misma comunidad. Les damos unas sugerencias de a quien le puede comprar: El artesano que hace sus bisutería, la amiga que tiene una tienda de regalos en el barrio, el pastelero que hace los turrones artesanos, el chico que tiene el puesto del mercado… y si el presupuesto no alcanza, entonces es suficiente pasarla en familia, con los amigos, hacerles saber lo que significan en nuestras vidas, a fin de cuentas; no es con cuanto, sino con quien celebramos. Recuperemos los valores familiares y hagamos que el dinero llegue a personas comunes en nuestros pueblos, no a grandes multinacionales. Así, más personas tendrán un mejor navidad. Si te parece una buena propuesta, copia y pégalo.

 Analiza y discute las siguientes preguntas:

¿Cómo celebraban o celebran tus abuelos estas fiestas?

¿Qué te gustaría hacer para celebrar esta temporada de fiestas?

¿Te gustaría que tus hijos adoptaran tu manera de celebrar estas fiestas?