Niño expone a Monsanto y promueve conciencia

 

Hola mi nombre es Birke Baehr y tengo 11 años, hoy vengo a hablar de lo que está mal en nuestro sistema de alimentos. Primeramente, me gustaría decir que estoy muy sorprendido de lo fácil que es convencer a los niños, a través de campañas de publicidad, anuncios en las escuelas públicas y en todos los lugares, me parece que las corporaciones siempre están tratando de inducir a niños como yo, para que convenzan a sus papas de comprarles cosas que no son buenas para nosotros o el planeta; especialmente los niños más pequeños son atraídos por envolturas coloridas y juguetes de platico. Tengo que admitirlo, yo solía ser uno de ellos, yo también pensaba que toda la comida que consumimos viene de esas granjas de los cuentos, donde los puercos se enlodan y las vacas pastan todo el día, lo que descubrí, es que esto no es verdad. Empecé a investigar sobre el tema en el internet, en libros, en documentales, en viajes con mi familia y descubrí el lado oscuro del industrializado sistema de alimentos. Primero, hay semillas y organismos genéticamente modificados, esto es cuando una semilla es manipulada en un laboratorio para un propósito no intencionado por la naturaleza, como tomar el ADN de un pescado y ponerlo en el ADN de un jitomate. No me malinterpreten, me gustan el pescado y los tomates, pero esto es muy desagradable.

Las semillas son plantadas y después cultivadas, la comida que estas producen, se ha comprobado que causa cáncer en animales de laboratorio, y mucha gente ha estado consumiendo esta comida desde los años noventa y la mayoría de gente no sabe que esto existe. ¿Sabían que las ratas de laboratorio que consumieron maíz genéticamente modificado dieron muestras tóxicas en los riñones y el hígado?, dichas muestras incluyen inflamación de los riñones y lesiones. Así, todo el maíz que consumimos ha sido modificado genéticamente, y déjenme decirles, la mayoría de alimentos que consumimos contiene maíz en alguna forma u otra.

¡Que no me dejen empezar con los CAFOs! (Operación Confinada de Alimentación de Animales)

Los agricultores convencionales usan fertilizantes químicos hechos con combustibles fósiles, los mezclan con la tierra, hacen esto, porque remueven los nutrientes de la tierra a consecuencia de sembrar el mismo alimento una y otra vez. Algunos químicos más fuertes son rociados directamente sobre las frutas y vegetales, como lo son pesticidas y herbicidas, usados para matar hierbas e insectos; cuando llueve, estos químicos son arrastrados y llevados de manera natural al subsuelo, contaminando y envenenando nuestras fuentes de agua potable. Además irradian nuestra comida para hacerla que dure mucho tiempo y lograr que la puedan transportar miles de kilómetros, desde donde se produce hasta los supermercados.

Así que me pregunto: ¿Cómo puedo cambiar esto? Esto fue lo que encontré: Descubrí que hay un movimiento social para logar una mejor alternativa, hace un tiempo quería ser un jugador de futbol para la NFL, pero decidí que mejor puedo ser  un agricultor orgánico, de esa manera… (Gracias) …puedo hacer un mejor impacto en el mundo. Conocí a un granjero llamado Joel Salatin, a quien acusan de ser un lunático porque él cultivo en contra de los principios del “sistema”, y como yo tomo clases en mi propia casa, quiero ser como él, este hombre, este “granjero lunático” no usa ningún pesticida, herbicida o semillas genéticamente modificadas, y por eso, el sistema lo llama “loco”.

Quiero que sepan que todos podemos hacer la diferencia, tomando mejores decisiones, comprando los alimentos que consumimos directamente de los productores locales o de personas que conocemos. Algunas personas dicen que la comida orgánica o local es más cara, pero, ¿De verdad lo es? Con todo lo que he aprendido del sistema de alimentos, yo digo lo siguiente: podemos pagar ese dinero a los granjeros o se los pagamos a los hospitales… definitivamente yo sé cuál escojo.

Quiero que sepan que hay granjeros en nuestras comunidades, como un granjero en Tennessee, el cual alimenta a sus vacas con pastura y sus puercos se revuelcan en el lodo, como yo lo pensaba, a veces voy a su granja como voluntario, así, tengo la oportunidad de ver de cerca de donde viene la carne que consumimos.

Quiero que sepan que yo creo que los niños comerían más frutas y vegetales si ellos supieran más al respecto, especialmente de donde provienen. También quiero que sepan que hay mercados locales donde se venden productos de origen local. También quiero que sepan que a mi hermana, mi hermano y a mí, nos gusta comer totopos hechos con col rizada, trato siempre de compartir esto a donde quiera que voy.

Hace poco tiempo, mi tío le ofreció cereal a mi primo de seis años, le pregunto si quería hojuelas de avena orgánicas o si quería las otras hojuelas cubiertas con azúcar… esas que tienen un  personaje rayado en la caja, mi primo le dijo que el prefería las hojuelas orgánicas porque alguien le dijo que no debería comer cereal que brilla… y así mis amigos, así es cómo podemos hacer la diferencia… un niño a la vez. Así que la siguiente vez que vaya de compras, piense en comprar solo alimentos locales, conozca quien produce los alimentos que consume y conozca lo que come… Gracias.

Niño de 11 años expone prácticas de Monsanto