Una institución es, según el Diccionario de la Real Academia Española, un “Organismo que desempeña una función de interés público, especialmente benéfico o docente.” Y es en esta acepción que nos enfocamos en este artículo.

De la República y los Ciudadanos Políticos

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La República es la institución sine qua non de la vida política de nuestro país, toda y cada una de las acciones políticas que se toman dentro de ella deben de estar encaminadas a protegerla y engrandecerla, ya que esta no es más que la suma de todos sus ciudadanos, ricos y pobres, jóvenes y viejos. El bienestar y el progreso de la República es el fin de toda acción que desempeñamos cada uno de los ciudadanos que en algún momento u otro nos involucramos, directa o indirectamente, en la vida política de nuestro país.

En segundo lugar vienen los ciudadanos comprometidos, que representan los intereses y las aspiraciones específicas de un grupo de ciudadanos que entienden que dichos individuos representas de manera localizada su visión de cómo ha de ser gobernado el Estado y del camino que ha de tomar la República. Una República sin Ciudadanos Políticos preparados y coherentes carece de los instrumentos intermedios para expresar las demandas y visiones de sus integrantes.

Para la existencia de una República viable y funcional se hace obligatorio que exista una ciudadanía comprometida, preparada y coherente. Pero para que esto pueda existir, debe de ser estimulada por la misma República la cual ha falta de una ciudadanía coherente y comprometida se convierte en un juego de influencias y cae en la corrupción, la inmoralidad y la ilegalidad generalizada y promovida desde dentro.

Para que los ciudadanos crean en su República primero deben de creer en sí mismo como entes generadores de política pública y de cambio social, a falta de esto tenemos una República como la que tenemos ahora, anclada entre la ineficiencia y el realismo mágico.

 

Fuente: “Feedage