Hoy percibo la miseria,
la indigencia y el dolor,
la avaricia de los hombres,
¡Tan crueles, sin corazón!
Y siento mucha vergüenza
ante el llanto de los niños,
¡Frágil y desprotegidos,
bajo la lluvia y el frío!
Indiferentes caminan,
sin sueños y sin proyectos,
la gente los discrimina,
apartándose por miedo.
Elevo al cielo mis manos
para encontrar la salida,
niños que mueran de hambre
¡Que no haya más en ésta vida!
Me encanta!